La movida bajo tierra




Que hoy se hable de una "cultura under" no quiere decir que ésta se haya creado durante los últimos años. Para ser más exactos, y a pesar de la contradicción que conlleva la frase, la cultura no comercial es popular desde hace varias décadas en todo el mundo. Under, fueron los Impresionistas y su Salón de los rechazados. Under, fueron los circuitos off del teatro londinense y neoyorquino. Y under, en Argentina, fueron los comienzos del Instituto Di Tella, que promovió diversas artes e introdujo en aquel universo a muchos artistas que se consagraron a través del tiempo.
Sin embargo, el hecho de que hoy se le dé mayor preponderancia a este movimiento proviene no solo de los resultados que se han obtenido, sino también de los diferentes medios que se han conseguido para mostrar dichas expresiones no sólo musicales sino también de las artes plásticas y el teatro.
Lo cierto es que a esta clase de artistas no le interesa el reconocimiento mundial, ni el dinero, ni asociarse a un sistema, porque hacia allí apuntan precisamente sus críticas. Sobre este tema y en una nota para La Nación, José Emilio Burucúa, especialista en gestión cultural, sostuvo: "Si el Estado se decidiera por el apoyo masivo al underground, éste dejaría de ser un revulsivo y un crítico del sistema. Desde ese punto, dejaría de existir".
Pero, ante todo, hay algo que es necesario tener en cuenta: ya sea dentro de la cultura alternativa o de la oficial, los artistas buscan expresarse y quieren, por consiguiente, tener a quién mostrarles lo que hacen. Por eso a pesar de lo alejados que puedan estar de los medios masivos o de los lugares de gran convocatoria, en los últimos años la llegada del arte under a la gente se ha vuelto mucho más accesible y esto se debe, principalmente, a las nuevas maneras de comunicación que han ido surgiendo con el tiempo, siendo Internet la vía más efectiva de todas.



Por Ághata gerlo, Micaela Adornetto y Sabrina Romero

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